A las pocas horas de asumir el cargo, Trump comenzó su pleno ataque contra los trabajadores, siendo los inmigrantes los primeros de su lista. Una de las primeras órdenes ejecutivas firmadas por Trump va dirigida a la ciudadanía por derecho de nacimiento, junto con otras dirigidas a las personas trans, los trabajadores federales y las políticas climáticas. Trump y su administración han dejado claro que esta vez están más organizados y más preparados para llevar a cabo ataques implacables.
El martes, el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional de Trump, Benjamine Huffman, anunció que se permitiría al Servicio de Aduanas y Control de Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés) hacer redadas en espacios anteriormente protegidos, como hospitales, escuelas e iglesias. Es una escalada significativa y aterradora de la embestida contra los inmigrantes, y también presenta graves peligros para la salud pública y la educación.
Emergencia de Salud Pública
A pesar de que la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional declara que los inmigrantes se han estado “escondiendo” en los hospitales, la realidad es que los inmigrantes que acuden a los hospitales lo hacen en busca de tratamiento. Ahora, millones de personas esperarán con miedo a ver cómo y cuándo se pondrán en marcha las deportaciones masivas de Trump – que los inmigrantes tengan demasiado miedo para buscar atención médica es una crisis masiva de salud pública.
En medio de la temporada de gripe, en la que ya estamos viendo un peligroso aumento de otras enfermedades respiratorias, esto significa que menos personas se vacunarán y menos personas buscarán tratamiento, lo que puede significar un aumento de la propagación de enfermedades peligrosas. Este año ya se han registrado 160.000 hospitalizaciones y más de 6.500 muertes por gripe. Las reaccionarias políticas migratorias de Trump tendrán consecuencias fatales en más de un sentido: obligando a los inmigrantes a evitar la búsqueda de atención médica cuando la necesiten, y obligando a muchos a regresar a condiciones peligrosas en sus países de origen.
El Dividir para Reinar de Trump
Los ataques contra los inmigrantes pretenden dividir a los y las trabajadores, enfrentando a los trabajadores nacidos en el extranjero y los nacidos en EE.UU. cuando nuestro verdadero enemigo es la patronal. Los jefes pueden salirse con la suya pagando menos a los trabajadores indocumentados debido a su situación legal, pero eso sólo hace que bajen los salarios de todos los trabajadores. El hecho de que una parte de los trabajadores tenga miedo constante a la deportación también dificulta mucho la organización eficaz contra la patronal, porque la unidad entre el mayor número posible de trabajadores es absolutamente crucial para ganar y reconstruir un movimiento obrero combativo. Por eso esta estrategia de dividir para reinar es peligrosa para todos los trabajadores. El movimiento obrero debe desempeñar urgentemente un papel en la lucha contra estas divisiones, luchando por organizar y proteger a todos los trabajadores y luchando por salarios más altos. Culpar a los inmigrantes por las crisis capitalistas de la sociedad, como los bajos salarios y la falta de empleo, sólo sirve a los patrones para dividir a los trabajadores y debilitar nuestros movimientos.
La caracterización de Trump de la inmigración como una “invasión” es una parte clave para incitar el sentimiento nacionalista, que es importante para justificar la guerra y la militarización a nivel internacional. Mientras que la clase dominante tiene sus propios motivos de lucro y poder, el nacionalismo es una forma de vender guerras mortales a los trabajadores. El aumento de las guerras y las catástrofes climáticas también han creado una crisis migratoria para la clase dominante a escala internacional – como los políticos capitalistas no pueden resolver de raíz estos problemas y siguen protegiendo su sistema, atacan a los inmigrantes y a otros grupos marginados.
Luchar Contra Las Deportaciones Masivas
Muchos trabajadores están enfadados por estos ataques y quieren resistir. Y el Partido Demócrata ha dejado claro que no piensa plantear ningún tipo de batalla. Desde el giro a la derecha de Kamala Harris sobre inmigración durante las elecciones, hasta ahora con 12 demócratas votando a favor de la peligrosa Ley Laken Riley que niega a los inmigrantes el derecho a un juicio justo para acelerar las deportaciones. No tienen ninguna intención de luchar contra la peligrosa agenda de Trump porque existen para defender los intereses de los billonarios y el imperialismo estadounidense, al igual que Trump. Si queremos detener la agenda de Trump necesitaremos la acción masiva de la clase trabajadora, pero ¿qué aspecto podría tener?
Los sindicatos deben asumir urgentemente la lucha contra las deportaciones formando comités de defensa contra las deportaciones en escuelas y hospitales. Los trabajadores de los hospitales deben organizarse para defender a los inmigrantes y la salud pública, rechazando dar los nombres de pacientes y compañeros de trabajo a los agentes del ICE.
Del mismo modo, los profesores deben organizarse para proteger a alumnos y padres de las redadas del ICE y negarse a permitir que el ICE entre en las escuelas. Y los sindicatos deben asumir la lucha para proteger a los trabajadores contra las represalias por no aplicar los peligrosos planes de deportación de Trump, lo que significa estar preparados para convocar huelgas y movilizar a nuestras comunidades en protesta contra cualquier represalia de la patronal o el gobierno.
Alternativa Socialista dice:
- ¡ICE fuera de hospitales, escuelas, iglesias y lugares de trabajo! Negarse a cooperar con la agenda de Trump – organizarse para luchar por ciudades santuario y construir comités de emergencia para la defensa contra la deportación en los lugares de trabajo, sindicatos y barrios. Necesitamos protestas y huelgas para detener todos los ataques de la derecha.
- No a la detención y deportación de inmigrantes. Legalización inmediata, incondicional con igualdad de derechos para todos los inmigrantes indocumentados, independientemente de su situación laboral.
- No a la estrategia capitalista de dividir para reinar. Los sindicatos deben liderar la unificación de los inmigrantes y los trabajadores nacidos en Estados Unidos, organizando a todos los trabajadores y formando comités de defensa contra la deportación en todos los centros de trabajo.
- Construir un movimiento contra las políticas destructivas del imperialismo estadounidense en todo el mundo que empujan a la clase trabajadora a huir de sus países de origen.