Una Victoria Parcial
El presidente Barack Obama anunció recientemente que planea cambiar, por medio de acción ejecutiva, la política de inmigración estadounidense. Esto significa, en esencia, una protección legal tempoal contra la deportación para casi cinco millones de inmigrantes indocumentados.
Esto es un gran alivio del riesgo del deportación, que separa familias y destruye las vidas de trabajadores y jóvenes.
Sin embargo, esta acción administrativa de Obama no es amnistía, no es una vía para adquirir ciudadanía, ni es permanente. Esta acción no le aplica a más de la mitad de los inmigrantes indocumentados en este país.
“Si usted ha estado en Ámerica por más de cinco años; … tiene hijos que son ciudadanos americanos o residentes legales; si se registra y no tiene antecedentes criminales… entonces podrá quedarse en este país temporalmente sin peligro de ser deportado” (Discurso del presidente Obama sobre la inmigración).
A pesar de no detener todas las deportaciones o proveer una vía para adquirir ciudadanía, este “pacto” es una victoria parcial para el movimiento de los derechos del inmigrante. Los movimientos, desde la reciente “Not One More Campaign” a la huelga de inmigrantes del Primero de Mayo de 2006 han mantenido viva la lucha por los derechos del inmigrante. Socialist Alternative es parte de este esfuerzo para acabar con la discriminación y la lucha por la igualdad de derechos para todos.
Oposición Republicana
Los republicanos se oponen a los nuevos cambios y han amenazado con demandar a la administración y acabar con la cooperación legislativa. El liderazgo republicano reconoce el potencial de una gran movilización a favor de los derechos del inmigrante. Aunque quieren evitar alienar a la población latina, los republicanos cínicamente le echan leña al fuego con los sentimientos de la derecha populista en contra de los inmigrantes. Sólo se enfocan en las acciones “inconstitucionales” de Obama. Cualquier bloqueo sustancial del plan de Obama podría llevar a un alza en las demandas de derechos de inmigrantes, incluyendo justicia por todos los once millones de inmigrantes indocumentados.
Los retrasos y las deportaciones de Obama
Los demócratas se presentan como los defensores de los derechos del inmigrante. Sin embargo, Obama retrasó la reforma migratoria por años. No usó las mayorías de su partido que tuvo en el congreso para actuar. Su administración deportó más inmigrantes que cualquier otra. En 2013 se rompió el record de deportaciones con casi 440,000 personas encarceladas y forzadas a salir del país (Pew Research Center).
Socialist Alternative se acoge a la reforma que limita las deportaciones, algo que se debió aprobar hace mucho tiempo. Pero es sólo el primer paso. Los trabajadores indocumentados son forzados a aceptar peores condiciones de vida y trabajo, además de ser usados por las corporaciones para mantener los salarios de todos los trabajadores lo más bajo posible. El movimiento de los derechos del inmigrante sigue siendo una lucha crucial para todos los trabajadores y los jóvenes, “ilegales” y “legales”.